viernes, 8 de agosto de 2008

Mi aventura de ser maestro

NUESTRA AVENTURA DE SER MAESTROS

“Era tan hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aún conocimiento… y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”

La escuela un lugar común para muchos pero con el tiempo se convierte en un lugar para aprender de los alumnos, de los compañeros de lo que hacemos y de lo que dejamos de hacer, dicen que la escuela es también un segundo hogar y para los maestros lo es en cierto sentido porque enseñamos y aprendemos, pasamos tiempo dando y recibiendo afecto con los que nos rodean, siempre estamos esperando por algo fuera de lo común, que nos sorprenda y por fortuna siempre existen alumnos que hacen de cada día, uno nuevo, nos dan la oportunidad de reinventarnos una y mil veces. La educación es un proceso en constantemente en evolución y como tal siempre estamos aprendiendo. Anteriormente pensaba que lo importante era ir al salón de clases y enseñarles un tema o dos que no hubiera dudas y ya había cumplido, pero en este nivel hay más que solo enseñar hay que enseñarles a vivir y a entender el porque de muchas cosas, a comprender el mundo que les rodea y así mismos, cada etapa de las personas es como una capa que se quitan del cuerpo la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud, etapa en la que el cuerpo y la piel se vuelven mas sensibles y delicadas hay que manejarlas con cuidado, en esta edad deberían tener un letrero de: cuidado frágil, muy frágil, manéjese con cuidado, delicado no gritarle, no irritarlo, etcétera

Nos dice Esteve “no tiene sentido dar respuestas a quien no se ha planteado la pregunta; por eso, la tarea básica del docente es recuperar las preguntas….”, preguntando se llega a Roma y a todas partes, pero hay que aprender a localizar la veta en donde se encuentra la curiosidad, el deseo de saber, despertar la inquietud, encontrar el botón que detonará la avidez por saber, por entender , por comprender, no es fácil , lo habíamos dicho, pero cuando lo encontramos brilla y ese fulgor nos da una gran satisfacción por que encontramos una gran veta de oro, que seguramente enriquecerá nuestro quehacer diario.

Anteriormente había dicho que todos le debemos algo a un maestro, que todos habíamos aprendido de alguien algo y Esteve dice que no hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro y tarde o temprano todos encontramos uno, pero yo creo que encontrar buenos alumnos es muy agradable y también lo considero un regalo, no trato de discriminar pero no todos los alumnos son iguales.

Esteve nos habla de las dificultades a saber:
Identidad personal, con el tiempo uno encuentra su lugar el salón de clases y en la escuela, como si ese espacio estuviera reservado para nosotros, a través del tiempo una va descubriendo quienes somos o como queremos ser como maestros, encontramos las estrategias que mas se adecuan a lo que hacemos, a nuestra materia, cuando empezamos a se maestros tratamos de imitar al maestro que admiramos, después sentimos el poder y el control del grupo y nos deslumbra, pero terminamos encontrando nuestro lugar tras una larga experiencia frente a los grupos y a una constante actualización y formación.
La comunicación e interacción, una gran dificultad que tardamos en ver, siempre creemos que todo esta bien porque somos buenos profesionistas, pero de nada sirve saber si no lo sabemos transmitir, la forma en que decimos las cosas, el tono, desde donde las decimos, lo que hacemos, lo que dejamos de hacer, etcétera, todo contiene mensajes implícitos e explícitos y debemos saber que lo que decimos esta llegando como queremos a nuestros interlocutores y si le están dando la interpretación que deseamos, como dice Esteve hay que dominar los códigos actuales de los jóvenes y descifrar los nuevos; así como los canales adecuados para lograr una buena comunicación.
La disciplina, este elemento esta en función de la calidad de la exposición, la estrategia y lo interesante que se plante el tema. Algunas veces el solo tono de voz es suficiente, las reglas de operación deben de ser claras, se deben de negociar ciertas normas en el salón de clase para que los alumnos sientan que también son sus reglas.
Contenidos y niveles, para lograr los objetivos es necesario adaptarse a los programas para determinar el alcance y el nivel al que se debe de trabajar, no basta con llegar al salón de clase y hacer una conferencia magistral de cada tema hay que adecuarlo a nuestro auditorio.

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